En la gran mayoría de hogares hay libros: Novelas, libros de texto, y cuentos para los pequeños. Es muy poco ecológico y nada minimalista.
Hemos hablado muchas veces de lo digitalizable. Todo aquello que se puede digitalizar es amigo del minimalismo. Y los libros no son ninguna excepción.
Todos los libros que compramos son eBooks, que tenemos en la nube y podemos leer desde donde queramos: El smartphone, la tablet, o el ordenador. Ahí podemos tener una biblioteca entera en la que los libros que no acumularán polvo, no se romperán, no los perderemos, y no implicarán la tala de árboles.
Entiendo que a muchas personas les gusta el tacto de un libro físico, pasar las páginas, el olor que desprenden, y mil otras historias sensoriales relacionadas con la experiencia de leer. ¿Pero sabéis algo? En España se talan ciento quince millones de árboles al año para la industria papelera.
¿Parece mucho? Pues no es nada comparado con los cuatro mil millones de árboles que se cortan cada año para hacer papel en el mundo entero.
Y encima en el proceso de fabricación se usa tolueno, metanol, dióxido de cloro, ácido clorhídrico y formaldehído, residuos de los cuales se liberan en el aire y el agua de las plantas de fabricación de papel en todo el mundo. ¡Bravo los humanos!
Así pues, en casa, no hay libros. La única excepción son los cuentos de los peques. Esos los vamos a buscar a la biblioteca y los cambiamos cada semana. La experiencia es muy positiva por varios temas:
- Es una actividad que hacemos con los peques. Quality time familiar ¡Bien!
- Los niños aprenden a elegir los cuentos que más les gustan, y toman decisiones.
- Los leemos juntos, otra actividad con ellos. ¡Bien!
- Como sabemos que los devolveremos en una semana, nos “obligamos” a leerlos en lugar de olvidarlos.
- Por la rotación semanal, leemos muchos más cuentos que si los compráramos.
- Es mucho más ecológico que comprarlos.
Sé que estamos todos muy liados en nuestro día a día, pero os aseguro que ir a la biblioteca a elegir cuentos con mis hijos, y leerlos juntos varias veces en casa es una actividad que recomiendo muchísimo.
Es muy bonito ver como deciden el cuento que quieren, entender sus motivos, ver sus caras y expresiones cuando se lo lees, descubrir las historias con ellos, y conocer sus cuentos favoritos, que en ocasiones debes leer una y otra vez hasta que prácticamente te los sabes de memoria, para contárselo otro día, sin necesidad de tenerlo delante. Sí, ya se que suena muy pastel, pero es verdad.
En ocasiones también les compramos algún ebook. Hay algunos (incluso apps) que interactúan con el lector, permitiéndole para página, mover personajes o pulsar el botón correcto antes de seguir leyendo.
Fijémonos pues, que el minimalismo tiene “ciertos efectos colaterales positivos”. No tener las estanterías llenas de libros no sólo implica tener más espacio (que también), sino que a nivel “macro” es nuestra aportación al medio ambiente, y a nivel “micro” nuestra aportación a una mejor relación familiar.
Así pues, la próxima vez que vayamos a comprar un libro o cuento, valoremos la posibilidad de comprar su versión en ebook, o de pedirlo en la biblioteca.